Una práctica lenta y fluida dedicada a abrir el cuerpo físico y energético, en conexion con el corazón de Gaia y el corazón del Sol. De profunda paz. Terminamos con una meditación guiada y acompañada con cuenco alquímico.
En esta oportunidad, compartimos esta pausa para honrar lo caminado, lo transformado, y reflexionar sobre las diferentes àreas de nuestra vida, y cómo crear la armonía que necesitamos para continuar en la direccion que nos indica nuestro crazón. Conectamos con los elementos, con todos los cuerpos y el propio corazón.
Suave y profunda secuencia de movimientos de pie y en el piso para armonizar el cuerpo, la energía creadora y el Ser. Elongamos las líneas del cuerpo con movimientos envolventes, para terminar en profunda relajación.
Como peregrinos comprometidos con darle expresión a nuestra Esencia, en esta pausa revisamos lo que significa AutoCuidado, y su relación con el Cuidado Mutuo.